lunes, 25 de febrero de 2008

Cada hoy de dios contigo

Me sorprendo en esta paz de miedos rotos
asesinando tranquilamente mis prisas
confinando la impaciencia en mis buhardillas
junto a otros fósiles de infancia

Has lamido mis afanes y mis guerras
la obsesión por los plazos
la hipermetropía de tiempos
Ahora quiero bailar una música de agua
que nos llueva despacio los cabellos
y tapice de charcos cada nota
ahora quiero enarbolar banderas blancas
ante tantas bendiciones
tanto pan de cada día

Quiero respirar tan sólo

cada hoy de dios contigo

jueves, 21 de febrero de 2008

Legitimar la ternura (cuaresma '08)

He escuchado las voces calladas del hambre
escritas sobre el papel, pero sentidas cerca
Me he asomado al vértigo del mundo
a esa lógica fría que traza esquelas prematuras
en los vientres del sur
preñados de una vida ya marchita
He llorado con los últimos
y ojalá mis lágrimas no cuajen en coartadas
que me trepen pegajosas los orgullos

He sentido frío, duelo y vergüenza
por la distancia tan grande
por el olvido frecuente
por las culpas llovidas sin paraguas

Y de improviso se me adhiere entre los ojos la sorpresa
ante esta mi esperanza inoxidable
puesta en la sonrisa telepática
en la ternura lejana
en el poder quererte anónimo y hermano
Ya lo ven, me ha llegado incontestable
este no sentirme ridícula
en mi firme decisión de enamorarme del mundo
de oxigenar la muerte en mis arterias
y palpitar de sueños la mañana

martes, 19 de febrero de 2008

Pasaportes caducados

Sucede que a menudo caminamos
con entusiasmo arrojo y empeño
dignos de conmemoración
incluso de condecoración
pero carentes de memorias
y decorados
transitamos los senderos de conquista
pletóricos de futuro
ebrios de elixires de eterna juventud
implacables incorruptibles irredentos

sucede también no obstante
que a medida que avanzamos
se cierran aduanas de amnesia
en los territorios que olvidamos frecuentar
y así al llegar la hora del regreso
a aquello que algún día llamamos raíces
a aquella parcela en la que empezamos a ser
descubrimos incrédulos
que a fuerza de desmemoria
se desdibujó la ruta
y atónitos constatamos
que el visado ya no es válido
pasaportes caducados

no podemos más que armarnos de valor
asestar un golpe de paciencia
a la caprichosa burocracia
para renovar documentos milenarios
comparecer ante los propios tribunales
y aguardar humildes la sentencia
llegar al final del trámite
domesticando el frenesí

no hay más caso que indagar nuestra aduana
y así traspasar la frontera

hacia nosotros mismos

Parkinson de un verdugo

Desde joven fue un ejemplo en su trabajo
se erigió como un perfecto salomón
repartiendo justicia desde su escritorio gris
impasible como buen profesional
con la mirada cínica bien ensayada
dictaminando muerte con certera estilográfica

Era eficiente, pulcro, metódico
firmaba las condenas con caligrafía esmerada
cuidando no ensuciar de tinta los puños impolutos
(como si su culpa no fuera ya una mancha indeleble
que le trepaba la camisa y le habitaba las vísceras)
La opinión pública se sentía segura
Las estadísticas le daban la razón
Y por las noches conciliaba un sueño limpio
casi diríamos desinfectado

Sin duda fue siempre dueño de sí mismo
Por eso hoy le desconcierta
esta ajenidad de sus dedos
este trazo repentinamente anciano
Será la enfermedad
Serán los años
O tal vez aún más sencillo
será que su mano verduga se rebela
cansada de sentencias letales
amotinándose en el temblor

Pero él siempre fue un ejemplo en su trabajo…
Será la enfermedad
Serán los años

domingo, 17 de febrero de 2008

Inocencia

“En la medida en que el sufrimiento de los niños está permitido
no existe amor verdadero en este mundo”
Isadora Duncan


Nostalgia de la inocencia perdida de Adán.
Nostalgia de la pureza.
De aquello que se quebró allá por el origen
cuando el Big Bang, quizás
o cuando el hombre y la cueva
en un tiempo ancestral.
Tal vez también cuando cortaron
nuestro cordón umbilical
e inauguramos la vida con llanto.

Añoranza de épocas ni siquiera vividas
de infancias tan sólo soñadas
antes de la pérdida, antes de la bruma
antes del ahora
porque hubo un antes, lo sé.
Anhelo de claridad
de que el mundo sea una acuarela
y no este pastiche de silencios y opacos.

Pero cómo hablar de inocencia
si existe Hiroshima y Auschwitz y Sudán
si los niños de la guerra
ahogan los ojos de horror
naufragando en un llanto seco
si en Brasil las favelas
en Palestina el odio
en Europa el suicidio
y el absurdo en Wall Street
la banca gana y se ríe
el mundo pierde y suspira.

Cómo hablar de inocencia
si la muerte nos relame impertérrita
hasta sacarnos el lustre del miedo
si nos vestimos con mantos de humo
y nos calzamos de pornografía
porque se nos antoja gélida la soledad

No tiene sentido rescatar pasados
anular el Big Bang, regresar a la cueva
ya se nos pudrió el cordón.
Hemos contemplado demasiado duelo
hemos orquestado demasiado ruido
hemos salpicado los sueños de gris
la lucidez es sencillamente irrevocable
y no tiene sentido condenar el hoy
yo, al menos, no sé cómo encarcelar el tiempo…

Habrá que fundar una nueva inocencia
de grandes pupilas que contemplen el miedo
sosteniendo la mirada
de ojos capaces de enfrentar la miseria
con franqueza y sin epidural
buscando el entendimiento, si existe
huyendo del juicio, si amenaza.
Habrá que conquistar el estupor
que puede desarmar toda violencia
derrotar la muerte a golpes de honestidad
adornar la mirada
con un brillo incontestable
y esgrimir nuestros ojos
como armas de desconcierto masivo.

Habrá que transformar el horror en una orquídea.
Y así, despojados de corazas
desnudos de expectativas
fundaremos la esperanza en este invierno
fundaremos la inocencia

Escribo...

Escribo para generar belleza
-generar me suena a género
Quizás también me escribo así mujer

Escribo para estarme en las palabras
Mecida entre los cuentos infinitos
Narrándome a mí misma mis silencios

Escribo por deseo, por misión, por convicción
Soñando con que un día encuentre la manera
De decir, de nombrar, de escribir cuanto amo…

…y que sea ése mi tributo a la Vida

Radiografía

Radiografiarme
Empezar por la cabeza, arañada de porvenir
más abajo los pulmones, de vértigo asfixiados
y un asterisco en la boca del estómago
que me lleva a quién sabe qué pie de página
las entrañas pobladas de obeliscos
el esqueleto recorrido de hormigas
y el dedo meñique del pie
que se enreda en espirales de cordura

Radiografiarme
Comenzar por los disfraces las disputas los supuestos
golpeando de evidencia la mentira
destejer los torbellinos de pretextos
descifrar las entelequias y los días
Radiografiarme
Fotografiar mis huesos
con palabras esculpidas de silencios
con pinceles de preguntas y rutinas