martes, 19 de febrero de 2008

Pasaportes caducados

Sucede que a menudo caminamos
con entusiasmo arrojo y empeño
dignos de conmemoración
incluso de condecoración
pero carentes de memorias
y decorados
transitamos los senderos de conquista
pletóricos de futuro
ebrios de elixires de eterna juventud
implacables incorruptibles irredentos

sucede también no obstante
que a medida que avanzamos
se cierran aduanas de amnesia
en los territorios que olvidamos frecuentar
y así al llegar la hora del regreso
a aquello que algún día llamamos raíces
a aquella parcela en la que empezamos a ser
descubrimos incrédulos
que a fuerza de desmemoria
se desdibujó la ruta
y atónitos constatamos
que el visado ya no es válido
pasaportes caducados

no podemos más que armarnos de valor
asestar un golpe de paciencia
a la caprichosa burocracia
para renovar documentos milenarios
comparecer ante los propios tribunales
y aguardar humildes la sentencia
llegar al final del trámite
domesticando el frenesí

no hay más caso que indagar nuestra aduana
y así traspasar la frontera

hacia nosotros mismos

3 comentarios:

dani dijo...

El titulo: "Pasaportes Caducados" no deja de reenviarme una y otra vez hacia la misma imagen de desconcierto que reina sobre la aceras de "La Police des étrangers", colindante con la parroquia de "Los Mártires", quizás la segunda mas grande de Dakar. Un mar de sombras apiñadas en filas interminables esperando contra toda esperanza un pasaporte físico que les catapulte hacia la "Tierra Prometida". Son mártires de su historia y de la nuestra, desarraigados.

Pero el pasaporte del cual nos hablas no parece ser el “biométrico de tapas rojas, chip incorporado...” Es cierto, no por ello dejamos de viajar clandestinos en nuestra propia historia asumiendo sus trámites.
dani

Álex dijo...

A mí me recordó a "Cinema Paradiso". A ese Salvatore que vuelve a ser Totò por un momento cuando, frente a los besos censurados, recorre su infancia y se topa de frente con su pasaporte ¿caducado?

Un hermosísimo poema. Verdaderamente tu blog es un regalo. GRACIAS.

lucia dijo...

Y es lo mejor que nos puede pasar, darnos cuenta de esta o aquella desorientación. Y aunque nos lleve la vida solo el volver a donde teníamos que estar, vale la pena, es lo verdaderamente justo. Ojala nos ayudemos unos a otros a saber estar en lo que cada un@ por muy loco que parezca, tiene que estar. Ojala nos ayudemos a caer en la cuenta de nuestros "visados caducados" y ojala desde lo más hondo del corazón pidamos el coraje y el valor para renovarlos. Me has descubierto.
Un beso muy grande, Rosalia. Me gusta mucho tu blog.

Lucía