sábado, 15 de marzo de 2008

La difícil esperanza (sábado santo)

La difícil esperanza me amaneció entre los labios
sin palabras ni estrategias, sólo como una flor
que despunta en octubre estremecida
y se amotina valiente a aguardar la primavera

Si hay razones para el miedo las heridas y el estiércol
las hay también para esta luz abandonada
que simplemente existe en nuestra espera
impaciente de alboradas y delirios

Tenemos el deber de abrigar mil infinitos
centinelas de los sueños que nos fueron regalados
el deber de desprendernos de las sombras del rencor
e inaugurar esta certeza de hijos

Nuestro duelo es tiempo preñado de futuro
es confianza en esa cruz que rasga el cielo
negando los soberbios vaticinios de la muerte
esa cruz que es estandarte de la vida
y ya rompe aguas cadenas crisálidas

1 comentario:

lucia dijo...

Rosalia, gracias por describir esa "dificil esperanza", me siento muy identificada. Gracias por enseñar la esperanza de la cruz, la locura, lo irracional, de que no hay resurrección sin pasión, cosa que me enamora y me acojona al mismo tiempo. Con tus letras hoy ganay el enamoramiento al acojone y así quiero que sea para cada día.
Un besote,

Lucía